Salimos al centro histórico, convencidos de que encontraríamos los monolitos que forman en camino desde caracas hasta la isla de pascua. Este es un camino legendario, lleno de pureza y según otros dicen energético, no dudare de ello, pero si intentare ser mas objetivo en mi explicación; el mito de Quitumbe es una gran forma de explicar la fundación de Sur América después del diluvio, dejando caer sobre la tierra ese formación divina del hombre y de su territorio.
La visita comienza en la catedral donde nos regocijamos en una perfecta construcción neo-barroca o barroca, dependiendo como lo quieran ver; sus columnas se encuentran protegidas por las gárgolas tan europeas y en otras por animales sagrados nacionales.
Continuamos por la parte externa de la basílica bordeando la zona hasta el parque, donde encontramos un monolito y con la ayuda de un amuleto descubrimos su movimiento y su fuerza.
Caminamos hacia una iglesia alejada de la tierra, entre esas piedras resbalosas y ese olor a antigüedad impregnado entre las sombras que deja el sol. Poco después recorrimos hasta la plaza de Benalcázar, donde logramos observar en sus pisos; las otras catedrales, iglesias y plazas. Revelando la cabeza del jaguar, tan simbólico para nuestra tierras y nuestros pueblos.
Así concluyo la ruta de los monolitos visitando lugares sagrados de nuestros pueblos y enriqueciendo nuestra cosmovisión.
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